Son pocos
los que son honestos y más con
sus sentimientos:
entonces,
cuando están tristes, dicen: “estoy cansado”Y si los llama la ira: “sólo estoy enfadado”
Confunden amor con encanto;
Y si se los lleva el carajo:
“no tengo nada, estoy agobiado”
se preocupan por envidia y se enojan en los altos.
Y cuando están tranquilos,
piensan que es felicidad.
No se ríen de lo gracioso,
pero sí por quedar bien,
Es raro ver que alguien diga: “hoy tengo mucha energía”
y más raro todavía: “Me siento con mucha vida”
Confunden odio con enojo,
y dan golpes a lo loco,
para luego a cucharadas:
comerse del plato el llanto.
Se cierran a la tristeza, creyendo que es fortaleza.
Y en relación con el otro, lo mejor es cuidar el trato.
Total que no digo nada y que me lleve la chingada…
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