viernes, 1 de enero de 2016

Procrastinante

Alguna vez no hace mucho tiempo (o quizá sí ya ha sido hace mucho tiempo ¿qué es mucho en lo que dura la vida del humano corriente y común?) leí un artículo que hablaba de la procrastinación.
Yo me considero un procrastinante, lo más constante en mí es esto de reiniciar, ser "de contentillo" y pareciera pues, que lo único constante, en aquello que persevero es en el iniciar y hacer las cosas tranquilas como para nunca terminar...
Es quizá por eso que no me gusta (vaya no soy muy efusivo al celebrar) el año nuevo. Porque para mi, desde mi perspectiva postergadora, cada día representa un nuevo inicio, una nueva oportunidad de hacer las cosas. No suelo hacer propósitos, pero cada año empiezo con una nueva agenda y con un nuevo calendario, con mi presupuesto, mi plan del año, empiezo mis diarios, escribo mucho y luego: bueno luego sólo duro 3 meses (más o menos) y guardo un tiempo el hábito, a los dos o tres meses, regreso (ya ha pasado la mitad del año) y termino nuevamente el ciclo, con mis cuentas (ya no presupuesto, sino cierre de año) escribo otra vez, uso mi agenda de nuevo... y así ha sido los últimos... los años que hayan sido.
Reconozco pues otro defecto de los tantos que soy (no tengo defectos, soy mis virtudes, soy mis defectos), Y entonces, empiezo hoy, primero de enero del dos mil dieciséis, con este texto, en este blog añejo y de pronto olvidado, con dos propósitos muy claros: procrastinar en mi perseverancia, perseverar en mi procrastinación y amar mejor, mucho mejor.
Feliz año, felices vidas, felices todos sus días.

No hay comentarios:

Publicar un comentario