lunes, 12 de octubre de 2009

¡Aqui se ve la fuerza del SME! (pronunciése ESMÉ)

Movilizaciones y amenazas, a eso llama Martín Esparza, secundado por el presidente legítimo AMLO, Fernandez Noroña, Encinas, Bartres y todos los pseudolíderes de la pseudoizquierda mexicana. ¿Qué pierden los trabajadores de LyFC con el cierre de la empresa? Obviamente la mayoría se añadirá a la RENATA (Reserva Nacional de Talento, dijera el Ingeniero Parada), pero aquellos que por competencias puedan demostrarse hábiles para seguir desempeñando sus puestos recibirían (a mi pobre entender) la liquidación (en algunos casos de hasta 2.5 años de sueldo) y además conservarían de algún modo el empleo. Pero para que esos dirigentes y sus seguidores estén tan espantados y tan ávidos de pelear por sostenerse en lo insostenible, debe haber algo atrás mucho mayor y no lo quieren decir. No, ellos no luchan por los trabajadores y sus tan cacareados puestos de trabajo. (¿alguien se imagina a Martín Esparza cambiando las boquillas de un transformador o conectando la acometida a la mufa de una casa habitación?)

Los intereses detrás de "la lucha" son el perder "la chichi" y seguir viviendo de los trabajadores (sus cuotas sindicales) y de los contribuyentes (subsidios a LyF por parte del Gobierno).


Que mejor se callen y propongan algo bueno para el bien de la nación, que no sigan perdiendo el tiempo y haciéndolo perder a los demás.

Bonitos se vieron llamando a sobresaturar la carga del sistema encendiendo todas las luces, béndita invitación a los habitantes del Valle de México para hacerse el harakiri.


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