domingo, 2 de enero de 2011

"Como María Guangoche...,"

"... lo que no hace de día lo hace de noche"
Ese era un dicho que decía mi abuela. En lo que se refiere a la obra pública debería ser aplicado por las autoridades, así se garantizaría trabajar de noche significa no estorbar a la comunidad o al menos a los andantes y a los que se mueven en vehículos. Dicen de Madrid que es la ciudad que nunca duerme, porque siempre "está levantada", todo el tiempo alguna calle se encuentra en reparación o hay trabajos propios para arreglar la vida de la comunidad (líneas eléctricas, telefónicas, tuberías hidráulicas o sanitarias, etc).
Localmente deberíamos estar preocupados por la escasez de obra pública de los gobiernos municipales y gubernamentales, se realizan obras por trienio y se trabaja en función de ello: "si no lo ve la gente en mi período parecerá que no hice nada". Entonces los andadores, los baches, los camellones y en general todo aquello que es parte de la estructura urbana, no se arregla ni se mantiene como es debido. Entonces los gobiernos procuran gastar todo el presupuesto de obra pública en parches y en megaobras lucidoras que no son ni bien vistas por todos ni completamente funcionales (puente "atarantado" -ahora también retrasado-).
El bien común debería ser el que marcara la pauta para la realización de obras públicas, no así el bien particular de unos cuantos que dicen "gobernar" cada tres años.

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