lunes, 19 de mayo de 2014

Amor y mayor

El título resulta de un anagrama entre "amor y", con la palabra "mayor". ¿por qué? nada más, el tema de mi vuelta a este blog es el que siempre me ha movido (aún sin saber por qué): el amor.
Entonces tengo que mencionar la situación en la que caí (y estoy desde) hace algunas semanas y que me ha resultado en el paso y repaso de todas las emociones. No puedo hablar de el amor real (en castellano es fácil confundir enamoramiento con amor), por supuesto que no, sin embargo he estado y estoy saliendo de esta situación del alma que se llama enamoramiento, de esta estupidez de la razón y que resulta inversamente proporcional a la energía anímica. Entre más emocionado está uno, entre más "enamorado"se está: más atolondrado y menos razón tienen sus actos. Poniendolo en primera persona: Entre más emocionado he estado, entre más me he acercado al enamoramiento, más atolondrado y menos razón he visto en mis actos. Y lo peor de esto (o quizá lo mejor): me gusta.
No existe ninguna teoría del amor aunque se hayan escrito muchos libros, cierto es que también se han hecho cientos de estudios científicos; sí, existen secreciones hormonales que nos enganchan al estado físico (no a la persona) y entonces las feromonas, la oxitocina, la dopamina, la serotonina y todo eso que nos calma y nos genera sensaciones en el cuerpo (en ciertas partes del cuerpo) al mismo tiempo se encarga de ponernos en un estado de locura en la que la razón no tiene voz ni presencia. En mi caso este enamoramiento me ha hecho víctima de los siguientes actos: ha potenciado mi creatividad y entonces escribo poemas (pasando por todos los sentimientos: triste, contento, enojado, decepcionado, alegre, valiente, afortunado) o hago regalos que en la vida hubiera imaginado capaz de hacer; me ha hecho sentirme libre, al grado de confiar mi pasado, entregar mi presente y comprometer mi futuro (al menos en potencia) a una persona que apenas conozco, pero en cuya mirada encuentro algo que me hace hundirme más en el estado de enamoramiento. Efectivamente he padecido insomnios, falta de apetito, pero al mismo tiempo me he sentido inmortal, temerario, he entrado en "la cueva del lobo", me he olvidado (no conscientemente) de obligaciones, pero al mismo tiempo me siento más responsable de lo que tengo que hacer; total que en dos meses he hecho tantas cosas que creo en la vida me hubiera imaginado haciendo o deshaciendo. Con decir que he sido capaz de considerar tener un perro y en mi caso eso ya es bastante.
Enamorarse pues, para mí, ha sido una aventura fascinante, un viaje a lo desconocido de lo ya conocido, una situación que también me ha hecho reflexionar mucho sobre mí y sobre mis experiencias. Hoy sé que la mujer de mi vida tiene que bailar conmigo como he bailado con ella, que no necesariamente debe tener unas manos estilizadas como las que he soñado, que no me importan los dedos chatos de los pies, que no hace falta que se ponga un buen perfume para que huela bonito, que me ha gustado mucho el haber tenido la oportunidad de poder descubrir en mi tanto.
Enamorarme me llevó también a pensar en el orgullo y el egoísmo, en descubrir que para que esto se transforme en amor, necesito dejarlo, no pensar en mis sensaciones ni en lo que mi cuerpo ha dicho que siente (sense and felt) sino que, en este caso, debe dejar las cosas sueltas, no puedo cambiar más que mis circunstancias y no debo dejarme llevar ni por las coincidencias ni por las apariencias.
Me he exigido demasiado, me he cansado, pero en el fondo este cansancio me ha fortalecido y me ha dejado más preparado para recibir el amor cuando quiera venir. No hacer presa a nadie de sólo mi sensación, a partir de ahora decidí callar y no exigir. Como se lo dije: hay que seguir andando, cerrar los ojos y volver a esos momentos juntos, simplemente con el ánimo de buscarlos aunque no sea contigo.
Cada vez que me enamoro ha sido diferente, esta última vez ha sido una gozada para mí, puesto que en esa libertad y confianza que yo he tenido: he dicho y he sido yo, me he desarmado totalmente y sin esperar nada, simplemente dejándome ser. En efecto no he podido encontrar una coherencia entre mis sensasiones, mis sentimientos (que jalan ahora para el mismo lado) y es en este caso la razón la que dicta sentencia: repliega tu ejército, esta batalla está resuelta.
No me arrepiento por lo hecho, por lo dicho y por lo dado, ese era yo, completamente entregado. Salté y dejando de lado todos los riesgos, el amor es hoy y no puedo esperarlo. Salté, caí, nadie me atrapó y hoy me levanto, igual de libre y desahogado.
Y no es cosa de orgullo ni de egoísmo ni de querer quedarme con un sueño ni con una ilusión, era cosa de vivir los momentos y de querer hacerlos perpetuos, era cosa de querer repetir las risas, prolongar el tiempo junto a ti, de seguir percibiendo mejor el mundo, de querer compartirlo con alguien así.
Comencé a ser más atento a las flores, a los olores, a los sonidos del mundo. Pero eso lo puedo hacer sin ti.
También cambié de humor, si de por sí sonreía, pero ahora percibí más alegría y quería contagiar a todos de mi estado, eso lo puedo hacer también sin tí.
Mi bienestar general quería compartirlo a todos, decirles: "miren se puede ser así de feliz". Hoy camino ahora más erguido, mis pasos son firmes, miro al frente, tengo energía. Eso lo puedo hacer por gusto, ya sé el camino, y no es cosa más que de proponérmelo. Me lo puedo proponer, lo puedo hacer solo, sin ti, pero solo al fin (de cualquier manera).
El problema que tengo, es que sin que tú fueras el motivo, no hacía falta decirle a mi voluntad: "anda haz esto o aquello", y eso es lo bonito de estar enamorado, que sin proponérmelo, sin forzarme, sin que fuera algo planeado o programado, mi nivel de felicidad se incrementaba y hago y hacía cosas que me hacían o me han hecho mejor persona.... el enamoramiento también te hace ser un poco flojo... un flojo gustoso.

PS. Habrá que poner más orden a esto, además hay mucho por decir todavía. No sólo de mi lado (quisiera que no fuera sólo de mi lado, pero me cansé de los mensajes, de las miradas y de interpretar, yo sólo quiero estar con ella, escucharla)

No hay comentarios:

Publicar un comentario