Cada día último de mes ocurre lo mismo, a cualquier hora interminables filas en los bancos, pareciera que a recoger dinero, pero no, estoy seguro que la mayoría de la gente asiste a realizar pagos para no incurrir en intereses moratorios.
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Es de pensarse que le dediquemos tanto tiempo de nuestras vidas a instituciones que en lo que menos piensan es en el servicio al cliente y en el beneficio de los usuarios.
¿Cúantas horas hombre son dedicadas a la espera infame de la que somos objetos por parte de los bancos?
¿Qué triste beneficio recibimos?
¿Se trata de cuestion de desorden nuestro o falta de capacidad de dichos comercios?
Por mí no merecen ni cinco minutos... sin embargo ya en la espiral, nos perdemos dentro.
Ana Marina está perdida, tiene tiempo que no sonríe y que no habla. ¿Estará triste?
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