martes, 14 de julio de 2009

Hombre infamado peor que ahorcado

La verdad no sabía exactamente sobre qué escribir hoy. Como en su momento lo decidí, esta página deberá ser un trabajo diario... algo para que mi cerebro no se seque.
Hace tiempo compré una citronella para espantar los mosquitos en la recámara donde ahora estoy durmiendo. Pasaron los días y de repente se apachurró... la tierra siempre se mostró húmeda, sin embargo no lo estaba así. Se le ha puesto agua y espero pueda recuperarse pronto. Las señales que notamos no siempre son las verdaderas, es por eso que necesitamos aprender a conocer las cosas, las personas y las circunstancias.
No dejemos de lado los detalles y sobre todo tampoco demos cosas por supuestas. Hay que saber escudriñar, leer entre líneas y sobre todo, no estar pasivos sino activos.
Sigo pensando en que quiero entrar a la polaca... ¿para qué? Probablemente me muera creyendo que es el mejor modo que puedo tener para ayudar a la mayor cantidad de gente.

Amén de las circunstancias, del tema y de todo lo demás... me da mucha risa esta frase, parte de un poema: De los placeres sin pecar, el más dulce es el cagar...

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