jueves, 26 de agosto de 2010

Del Filósofo de Güemez

¿Cómo se mide el desánimo?
Sentirse raro, sólo es eso, estar incómodo, no estás triste ni estás enojado o achicopalado (escribiré sobre lo achicopalado) sino más bien de repente te quedas vacío. Con el ánimo apocado, pero un paso anterior a estar deprimido. A mi se me quita si me río. Hoy no quise cantar, será que no hubo sol.

Ludo, gracias por la nota del filósofo de Güemez, ya decía yo que era demasiado cierto para ser verdad, sólo de tal insigne personaje pudo salir tal señal de lucidez, así como: "Cuando veas a un pela´o con cara de gente buena… ¡es bueno!, con cara de pendejo… ¡es pendejo!, con cara de "hijo de la chingada"… ¡es hijo de la chingada!, y con cara de sinvergüenza … ¡no le prestes!"

Y otras tantas máximas del breviario popular.


Pero mañana será viernes, los viernes son viernes (emulación del filósofo) y no se puede estar mal en esos días.

Me mueve hablar con la gente, y apesar de la baja de baterías estoy contento y tengo un motor que no conozco pero que me lleva a dar pasos importantes.

Mi sobrino Edgar es un gran tipo.

El próximo tema será si sobre algo más profundo: "los baches de mi ciudad"

No hay comentarios:

Publicar un comentario