viernes, 5 de junio de 2009

Jabón sin espuma

"La prueba de toda verdad reside, sencillamente, en su eficacia." William James (1842-1910) Psicólogo y filósofo estadounidense.

Entras al baño para lavarte las manos, oprimes tres veces el dispensador de jabón líquido, "abundante" piensas para asegurarte que queden limpias, abres la llave del lavabo... frotas, restriegas y tallas... el líquido azul que debería fomentar la creación de espuma se desplaza de tus manos sin mostrar ningún efecto... no hay espuma, el agua no es tanta como para que sea una cuestión de diferencia de volúmenes... de todos modos y para asegurarte, tomas más jabón. El movimiento no repercute en nada y no obtienes espuma. "Suficiente", seguramente con sólo fortar y con el agua ya están limpias. Sin embargo, la duda persiste... piensas que haber usado el "jabón" (así, entre comilas) no sirvió para nada, puesto que no notaste la efervescencia (por decirlo de algún modo) debida e intímamente ligada al detergente, sientes que la mugre sólo está escondida y que tus manos siguen sucias...

Así pasa cuando las cosas o las funciones pierden su esencia. Política sin servicio es jabón sin espuma. Promesas sin acciones, personas sin ideas, partidos sin valores. Sistema político que no se traduce en trabajo, sino en un apego a sus propias miras personales es como el jabón sin espuma.... tal vez limpie, pero deja ese sinsabor y esa extrañeza de que algo no está bien o está incompleto.

Procuremos diariamente evaluar nuestras acciones y nuestro trabajo (y el de los gobiernos). Intentando sacar de ellos la espuma que haga notar que la limpieza se está haciendo, llevándose con ella la mugre y suciedad que puede habersénos pegado.

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