jueves, 4 de junio de 2009

¿Quién quiere ser millonario?

Acabo de leer que se planea traer a la televisión nacional, el, ahora afamado, programa de concursos que a través del reto al conocimiento de hechos y cosas otorga un premio en metálico que a nadie nos caería mal. Y digo afamado porque a pesar de tener ya algunos años en otros países, en México se hizo famoso por la película "Slumdog Millionarie".
El filme de Danny Boyle (que no es pariente de Susan, aclarando) y ganador del Óscar (espero no importune ahora a nadie al contar la historia), muestra cómo las circunstancias propias de la vida de una persona, pueden ayudarlo en alguna situación concreta de la vida y que, a pesar de no tener nada en común, mucho de nuestro conocimiento (sobre todo a través de la experiencia) nos va servir en algún momento dado de nuestro recorrido.
Pongámonos en los zapatos del personaje principal en el escenario mexicano: Yojan (ya es un nombre mexicano), nació en Chalco y se crió en la calle con todas las carencias dejadas durante los sexenios de Zedillo y Fox, a fuerza de corazón y voluntad por salir adelante trabajó haciendo de todo: viene, viene; limpiaparabrisas, payasito de esquina, vendió CD/DVD piratas en el metro, guía de turista (pirata también) en Teotihuacan y Centro Histórico de la CD de México; mientras su hermano mayor se vinculó con el narco y con los contrabandistas y su mejor amiga de la infancia se hizo "teibolera". Yojan, sin embargo y a pesar de su entorno, consigue un trabajo en un callcenter ("Aprende mientras te pagamos") dando servicio a clientes de Estados Unidos de Norteamérica, y al poco tiempo y por pura suerte, recibe la invitación a formar parte del primer programa de "¿Quien quiere ser millonario?" versión México... el resto queda a su imaginación y al conocimiento que tengan de la historia (escrita por Vikas Swarup).
Estaremos de acuerdo que tiene mucha lógica el planteamiento y paralelismo de dichas historias (la original y la breve reseña mexicana). Y también que un programa como éste en las circunstancias actuales que vive México tendrá un éxito en audiencia y anunciantes para la televisora que lo haga. Toda la gente hablará de él y, así como cada cierto tiempo las filas para comprar "Melate" crecen por la bolsa garantizada de 300millones, muchos querrán participar en el concurso al más puro estilo Chava Flores: " a qué le tiras cuándo sueñas mexicano...".
Ya no digamos que muchos de nosotros no estamos en el lugar de Yojan, eso es lo de menos, seguramente tenemos un trabajo más o menos digno, alcanzamos un nivel de educacion media superior y/o tenemos una vida, apretada sí, pero con un poquito de calidad. Sin embargo: ¿quién no quiere ser millonario?
La suerte es el pretexto de los fracasados, en lugar de pensar tener la oportunidad de salir del hoyo como por arte de magia, todos debemos de involucrarnos más en las actividades que hagan que este país funcione y se mueva para adelante.
Trabajar es lo único que nos queda y cómo dijera Eistein: "si haces siempre lo mismo, no quieras obtener resultados diferentes".
Propongámonos como tarea estudiar las propuestas de todos aquellos que pretenden dar un servicio público, observemos la historia, escuchemos a los otros, participemos en la democracia de manera racionada.

PS
¿Quién quiere ser millonario? Seguramente la clase política mexicana no está preocupada por ello, puesto que el beneficio que obtienen por servirse de cargos públicos es comparable a ganar en el concurso mencionado... ah con el atenuante de que para ser diputado o senador no hay que tener mucho conocimiento.

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